Hna. Mª Rosario Lucas
Soy Rosarito, oficialmente Mª Rosario de San José, natural de la ilustre comarca de Tábara (Zamora) tierra de cenobios y algo debo llevar en los genes porque de mi pueblo somos un buen grupo de monjas y varios sacerdotes.
Siendo niña le oí decir a mi madre que le gustaría tener un hijo sacerdote y una hija monja y, Dios se lo concedió. Soy la segunda de 9 hermanos y un poco la madrecita de ellos, pues cuando los recursos económicos son escasos hay que hacer de todo para que la familia pueda salir adelante. Mis padres, con profundos sentimientos religiosos y con perspectiva de futuro, con gran esfuerzo y muchos sacrificios, nos proporcionaron a todos una educación que nos ha permitido situarnos en la vida.
Estudié en colegios religiosos y la semilla de la vocación pudo germinar con facilidad. El seguimiento de Jesús me enamoró desde pequeña y al calor del Carisma Teresiano se ha desarrollado mi vida. Conocí el Carmelo y en él he gozado y sufrido, pues la vida es como una rosa, con sus bellos colores y sus espinas. La lectura de la Palabra de Dios, de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz es alimento diario que, gota a gota, ha ido modelando mi vida, suavizando asperezas y abriendo mi espíritu a nuevos horizontes de fe y de esperanza.
Hoy, ya en la década de los setenta, puedo decir que mi vida es plena, contando siempre con la fragilidad humana, pero feliz de gozar de una vocación tan maravillosa en el recinto contemplativo del claustro, concretamente en este Carmelo de Toro.